Los pacientes que requieren este tipo de soporte deben superar la dificultad que implica tolerar la máscara o cualquier otro tipo de interfase, que impacta en forma significativa en la adherencia al método, y por ende en el resultado del tratamiento.
Por lo tanto es muy importante la educación, el entrenamiento y la dedicación para evacuar dudas y medir la efectividad del uso por parte del paciente, dado que si no es correcta, no sirve y puede generar complicaciones en la mecánica respiratoria, ya deteriorada por la enfermedad.
La VNI está indicada en diferentes situaciones patológicas como un método de transitorio de apoyo para el destete del ventilador, complemento para el entrenamiento muscular del paciente con EPOC (enfermedad pulmonar obstructiva crónica) e hipertensión pulmonar, síndrome de apnea e hipopnea obstructiva del sueño, síndrome de hipoventilación alveolar por obesidad, enfermedades restrictivas pulmonares, enfermedades neuromusculares, etc.
Cuando se logra la adherencia del paciente al método, este y su entorno tendrán el control absoluto del sistema, por lo tanto es posible evitar las complicaciones asociadas al mismo, tratar las reagudizaciones de la enfermedad en el domicilio con modificaciones transitorias de los valores ajustados de la CPAP o BIPAP (presión positiva continua en la vía aérea), asociado o no a un tratamiento con oxigenoterapia, antibióticos y otras terapéuticas que permiten evitar internaciones prolongadas, la morbimortalidad vinculada a la exposición de infecciones intrahospitalarias y la ansiedad del paciente en el contexto de su tratamiento.
Los costos de estas complicaciones son muy altos y terminan generando en el paciente empeoramiento de su clase funcional y capacidad respiratoria, que impacta en la calidad de vida y el pronóstico.
La sistemática de atención de estos pacientes es la siguiente: